Llegaban los días previos a las Navidades, y nosotros como el Almendro volvíamos a Vitoria en Navidad. Mientras fuera hacía un frío que pelaba June parecía repleta de energía. Sus abuelos y tíos le tenían preparado tiempo y juguetes, y June no les defraudó. Cuando la abuela le sacó un sofacito que le habían comprado de su tamaño comenzó un ir y venir de June por todos los lados como si tuviera una caja entera de pilas Duracell dándole energía.
Entraba, salía, volvía a entrar, volvía a salir, recogía una muñeca, la ahogaba, la arrastraba y todo mientras salía y entraba de un lado a otro, eso sí, con el gorro y la bufanda puestos dentro de casa, lo que había empezado como una broma continuaba a kilómetros de distancia.
Con el sofá se sentaba, se levantaba, y así durante un rato elevado a la enésima potencia. La mirábamos y nos agotábamos con tan sólo verla, se movía tan rápido que salía movida en casi todas las fotos, nosotros mientras, no podíamos hacer otra cosa que morirnos de risa.
Os dejo con un vídeo que demuestra lo que os digo, sólo verla es para agotarse.
Al final el cansancio pudo con ella. El gorro y la bufanda se quedaban sobre el puzzle de fichas, y ella, en el comedor y en su cuna, dormía totalmente agotada, al igual que sus pilas Duracell.
21/12/2012
Episodio 2: Juego de tronos y sofás
Episodio 3: Abuelos por los suelos
Episodio 4: Con el pan llegó la paz
Episodio 5: La resurrección de June
Episodio 6: Carmen y June, abuela y nieta
Episodio 7: El adiós del osito dormilón
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